Estados Unidos pasó este miércoles la página del Gobierno de Donald Trump con la toma de posesión del nuevo presidente, el demócrata Joe Biden, que en sus primeras horas en la Casa Blanca firmó un paquete de medidas para deshacer el legado de su antecesor.
Trump madrugó y abandonó la Casa Blanca poco después del amanecer en Washington, con el firme propósito de romper con dos de las tradiciones de las que presume la democracia estadounidense: asistir a la toma de posesión de su sucesor y entregarle las llaves de la residencia presidencial.