Varias decenas de arrendatarios elevaron sus voces en oposición a la entidad ZARA, dueña de los inmuebles donde residen, muchos de los cuales tienen arrendamientos con tasas reguladas.
Sostienen que la entidad está intentando aumentarles la renta, aunque los propietarios de los edificios en cuestión niegan rotundamente tal afirmación.
Los inquilinos argumentan que han resultado perjudicados por ajustes en sus arrendamientos y desembolsos adicionales por reparaciones y mejoras mayores, aprobadas por la División de Renovación de Viviendas y Comunidades del Estado de Nueva York.
A través de un comunicado oficial, ZARA puntualizó que las alegaciones de los arrendatarios y los activistas carecen de fundamento, ya que ningún individuo puede elevar la renta sin la correspondiente aprobación estatal o municipal, y que las mejoras efectuadas en los edificios recibieron la luz verde del estado, incluso con la bendición de los funcionarios que participaron en la protesta.